GUARDERÍAS PÚBLICAS DE OLIAS DEL REY,
EJEMPLO DE CALIDAD
Y DE CONCILIACION DE LA VIDA FAMILIAR Y LABORAL:
Cuando
hablamos de la atención que desde un centro pueda prestarse a un niño
de entre cero y tres años, lo hacemos desde una
sensibilidad especial que nos obliga a establecer parámetros de
calidad elevados. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos,
especialmente si tenemos que dejar temporalmente su asistencia en
manos de terceros. Esta calidad engloba muchos aspectos que
pasan, irremediablemente, por la cualificación y el nÚmero de personas
que se encargan del cuidado de los
pequeños.
A
diferencia de muchas otras guarderías en las que se prestan cuidados
meramente asistenciales y, por ende, pudieran resultar más
baratas, nuestras guarderías públicas cuentan con un proyecto educativo de calidad. Y esa calidad se debe, en gran medida, a que cuentan con un personal titulado
– indispensable para la correcta y adecuada atención de los menores – y con personal de apoyo,
gracias al cual se ha podido atender a todos los niños y niñas que han
solicitado
plaza y a todos los niños y niñas con “necesidades educativas
especiales”, niños y niñas que, dicho sea de paso, se ven rechazados por
la inmensa mayoría de las guarderías alegando, en muchas
ocasiones, falta de medios personales y materiales adecuados.
Gracias a estos medios de los que disponen, en Olías del Rey ningún
pequeño con necesidades educativas especiales, los niños más
vulnerables, ha quedado excluido de este servicio en una edad
crucial para asentar las bases del posterior desarrollo de todas sus
capacidades.
La calidad de nuestras guarderías públicas también pasa por la atención de las necesidades nutricionales de los
niños. Por ello, el personal de cocina elabora diariamente
en los centros comida adaptada a cualquier necesidad de tipo médico o
religioso que puedan tener los pequeños, no limitándose,
como sucede en otras guarderías, a dejar llevar a los padres la
comida, hecho que tienen totalmente prohibido para evitar que se generan
casos de intolerancias alimenticias o
intoxicaciones.
Hace muchos años que se superaron las ideas de caridad, beneficencia y asistencialismo al que este Equipo de Gobierno quiere que
volvamos, recortando el sueldo del personal y escatimando en la atención a las familias
con niños y niñas en Olías del Rey. Parece mentira que, mientras lo han
necesitado, ellos
y sus familiares se hayan beneficiado de estos servicios de calidad
que las dos guarderías públicas que pusimos en marcha ofrecen. No nos
sirve la reflexión que una de las concejalas expresó en
voz alta en un Pleno municipal, alegando que el servicio de
guardería no debería suponer un coste para el ayuntamiento, dado que no
todos los ciudadanos de la localidad tienen hijos que necesitan
esta atención.
Suponemos
que no todos los ciudadanos practican deporte, precisan atención de
ayuda a domicilio, tienen a sus mayores en la
residencia pública, leen libros de la biblioteca, o demandan juegos
infantiles en los parques, piscinas municipales o pasarelas peatonales
para realizar sus compras… por citar sólo algunos
ejemplos, pero el Equipo de Gobierno olvida deliberadamente
que los servicios públicos lo son porque, además de fomentar los valores
comunes de igualdad y solidaridad, se basan en la no
discriminación y en la atención a los colectivos más vulnerables, no
en el lucro de unos pocos (que se consigue con las
privatizaciones) ni en la demanda exclusiva de los sectores de
población mayoritarios sobre los que, seguramente, podríamos estar
de acuerdo en afirmar que no precisan un servicio de guardería ¿esto es
motivo suficiente para dejar desamparados a quienes sí
lo necesitan? Rotundamente, NO.
Subyace la nula voluntad de la corporación local para mantener este servicio público,
amparado por la táctica del gobierno regional y nacional de desbaratar
el estado del bienestar, dejando así al descubierto lo que realmente
escondía su programa electoral, es decir, su auténtica filosofía y
motivación neoliberal que apuesta por la privatización frente a lo
público, suponiendo un importante perjuicio a los que menos
tienen. Sorprende, de lo contrario, que durante la anterior
Legislatura votaran en contra de una subida moderada de las tasas de la
matrícula de forma que el déficit fuera menor para las arcas
del ayuntamiento y el perjuicio mínimo para las familias usuarias.
Por lo que vemos ahora, su solución pasaba por el cierre de las
guarderías, una opción mucho más onerosa para las familias de
Olías que requieren este servicio.
No
nos sirve la excusa del Plan de Ajuste del Gobierno nacional en la que
el señor alcalde basa su decisión de cerrar las
guarderías públicas, ya que no existe la obligación inmediata para
ninguna administración pública de que el déficit de las cuentas
municipales sea cero, ni este año, ni el siguiente, ni otro año
distinto al 2022. No tenemos la obligación de alcanzar el déficit cero hasta dentro de 10 años respecto al año de inicio del Plan, el 2012. ¿Es necesario, entonces, dejar de
prestar este servicio público tan necesario que ofrecen las guarderías? Evidentemente, la respuesta es NO.
________________________________________________________________
“Mi mayor pasión, la familia”.
Así es como se expresa el alcalde. Nos alegramos de que su mayor pasión
sea su
familia, pero está claro que las familias del resto de ciudadanos de
Olías del Rey le importan poco o nada, habida cuenta de que tiene a las
escuelas infantiles en su punto de mira. A pesar de que en su programa electoral prometía la ampliación o creación de una guardería en el casco urbano,
el alcalde amenaza ahora abiertamente con
cerrar este servicio ignorando el enorme problema al que se
enfrentan muchas familias de la localidad que, a estas alturas, no saben
si tendrán dónde llevar a sus hijos en septiembre y que han
tenido que enterarse de todo por la prensa, teniendo, como tienen
ya, su reserva de plaza hecha.
A
día de hoy, no sólo amenaza con iniciar un ERE para despedir a las
trabajadoras de las guarderías sino que, además, pretende
hacerlas responsables de su cierre por no aceptar una rebaja en su
sueldo de un 30% y, por si no fuera bastante, pasando por alto que su
equipo de gobierno fue elegido para gestionar las
políticas de Olías del Rey, traslada también el problema a los
padres y madres pidiéndoles ideas sobre cómo conseguir que las
guarderías no supongan un gasto para el ayuntamiento o, lo que es lo
mismo, ideas para justificar que éstas no tengan un presupuesto
asignado para el año que viene.
A
propósito de este problema, el pasado 19 de abril, y a petición de los
padres con niños en la guardería, el alcalde y varios de
sus concejales consintieron en celebrar una reunión. En ella, el
señor Trigo responsabilizó a las trabajadoras del futuro de las
guarderías por no aceptar una brutal bajada de sus salarios, a
pesar de confesar que si la señora de Cospedal suprime, como así va a
ocurrir, las subvenciones para las guarderías, tampoco este recorte de
sueldos vendría a ser la solución. Añadió que
la guardería no es un servicio básico y repitió hasta en tres ocasiones que, al tratarse de un servicio no rentable ha decidido “atacar las guarderías”.
Admitió
que su pretensión es que la guardería no tenga un reflejo en los
presupuesto, es decir, que sea a coste cero para el ayuntamiento. Como
buen defensor de las doctrinas neoliberales económicas e
ideológicas del Partido Popular, el alcalde citó como ejemplo a
seguir el de aquellos ayuntamientos que no proporcionan este servicio
público y en los que las guarderías son privadas.
Curiosa
manera tiene el Partido Popular de defender las políticas sociales y de
abanderar la protección a las familias y de apoyo a
la maternidad. Dime de lo que presumes… y te diré de lo que careces.
Desde que ganaron las elecciones en Castilla-La Mancha no se ha pagado ni un solo euro de las subvenciones de las
escuelas infantiles ni de las ludotecas. Tampoco son buenas
las noticias de cara al futuro, la Orden de ayudas a la subvención de
ludotecas se ha retirado definitivamente, dejando sin
financiación a 250 municipios de la región que prestaban este
servicio, entre ellos, el nuestro. Lamentablemente, la Orden de ayudas a
la subvención de escuelas infantiles parece que va a correr
la misma suerte.
Dadas
las fechas en que estamos, y habiendo ya reconocido el alcalde que todo
esto lo viene pensando desde el verano pasado, nos
preguntamos por qué no se ha informado a los padres y madres antes,
ya que parece bastante claro que las únicas opciones que valora son
cerrar o privatizar las guarderías, regalando a terceros
para su lucro instalaciones pagadas por todos.
Señor alcalde, en primer lugar, las ideas las tiene que tener usted,
que para eso le votaron y le eligieron como gestor de los bienes del
ayuntamiento y, en segundo lugar, los servicios públicos no son un
negocio ni tienen que constituir una fuente de rentabilidad para sus
cuentas. Si las guarderías tienen problemas de liquidez pídale a la
señora de Cospedal que pague lo que debe y que no elimine,
como parece ser su intención, las subvenciones futuras para este
servicio, lo que aliviaría enormemente la situación económica de éste y
de muchos otros consistorios.
Desde
aquí queremos manifestar nuestro apoyo incondicional a los padres y
madres de los niños afectados por las decisiones tomadas
por el actual equipo de gobierno sobre el futuro de las guarderías
públicas de la localidad, así como a las trabajadoras de ambos centros,
que han demostrado una capacidad de trabajo de enorme
calidad durante los últimos 8 años. Haremos cuanto esté en
nuestras manos para evitar el cierre o la privatización de un servicio
en el que creemos profundamente, basado en la solidaridad
y no en la idea del lucro o de la beneficencia, conceptos a los que
quieren relegar los dirigentes del Partido Popular todos los servicios
públicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario